A
partir de la Teoría
de la Autoverificación,
Swann, Seyle, Gómez y Morales (2009) han desarrollado el concepto de
fusión
de la identidad
que permite
predecir el comportamiento en función del grupo. Se trata de un
vínculo entre el individuo y el grupo caracterizado por su elevada
fortaleza y compromiso en el que no se disuelve o se pierde la propia
identidad individualidad, sino que más bien, el sujeto y el grupo se
sitúan al mismo nivel. Ello facilita que los individuos fusionados
con su grupo se encuentren más dispuestos a llevar a cabo conductas
extremas en nombre del mismo grupo, ya que se percibe que éste haría
lo mismo que lo que el individuo estaría dispuesto a hacer por él.
Además, el sentirse fusionados otorga a los individuos una sensación
de invulnerabilidad y lealtad hacia el grupo percibida de manera
bidireccional. En palabras de Gómez (2007), “cuando los miembros
de un grupo perciben que dicho grupo es una externalización de sí
mismos, se considera que el individuo está fusionado con el grupo,
esto es, el individuo y el grupo se vuelven una sola cosa. Para las
personas fusionadas, sus metas y prioridades son indistintas de las
del grupo. Por este motivo, dichas personas están dispuestas a
realizar comportamientos extraordinarios por el grupo, como pegar e
incluso morir por él”.
En
resumen, la fusión de la identidad se trata de la percepción
subjetiva por parte del individuo del grado en que se solapan su
identidad individual y la identidad grupal. Sus principales
componentes son dos. El primero, es una alta identificación grupal,
y el segundo, un sentimiento de unidad con el propio grupo que en
ciertas circunstancias conduce al individuo a percibirse a sí mismo
y a su grupo como una única entidad y con las mismas prioridades. La
barrera entre el grupo y uno mismo se difumina, pasando el propio
grupo a convertirse en una externalización de uno mismo. En estos
casos, los individuos fusionados con su grupo presentan una mayor
predisposición a realizar conductas extremas en beneficio de éste.
Además, en aquellos casos en los que también coexista un elevado
nivel de actividad, junto al citado alto grado de fusión de la
identidad, la emisión de conductas extremas en nombre del grupo
serán más probables (Gómez, 2007).
Referencias bibliográficas
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individuo está fusionado con el grupo (pp. 13-36). En XIX
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