jueves, 9 de enero de 2014

Autoimagen


     Como individuos insertos en una sociedad pertenecemos a grupos, lo que implica que nos guste saber cómo nos ven los otros miembros del grupo al que pertenecemos. Según la Teoría de la Autoverificación formulada por W.B.Swann (1983), estamos motivados a buscar información que confirme la propia autoimagen, es decir, tendemos y deseamos que los demás nos vean tal y cómo nos percibimos a nosotros mismos, siendo más valoradas aquellas circunstancias y contextos que lo hacen posible. De este modo, las interacciones interpersonales se verán reforzadas cuanto más coincida nuestra propia autoimagen con la imagen que tienen los otros de nosotros mismos. Ello influirá en nuestra elección a la hora de decidir pertenecer a un grupo o a otro, en función de que la identidad grupal coincida más o menos con la propia identidad individual. Incluso hasta cuando se tiene una mala imagen de sí mismo se prefiere que también los otros nos valoren negativamente, ya que si no fuera así, y por el contrario se fuera valorado de manera positiva, la autoimagen y la imagen que tienen los otros de uno mismo entrarían en conflicto, sintiéndonos incomprendidos a causa de que se está mostrando una autoimagen que no es la que realmente se quiere trasmitir.

     Según W.B.Swann (1983) la autoimagen se forma a partir de la observación de las reacciones de los demás en las diferentes interacciones con nosotros, proporcionándonos unos patrones para poder predecir el mundo que nos rodea, para saber cómo tenemos que relacionarnos con los otros y lo otro, lo que otorga un sentido de coherencia a nuestras vidas, un significado. Así pues, una vez formada se hace necesario mantenerla, esto es, que los otros se relacionen de un modo consistente con ella, ya que en la mayoría de las ocasiones es más rentable esto que crear una nueva. O lo que es lo mismo, no es más que la tendencia inherente de todo organismo o sistema a mantener su equilibrio, su homeostásis con el medio, incluso aun cuando éste no sea del todo funcional el organismo se resistirá a cambiar hacia otro nuevo equilibrio, que si bien puede poseer una mayor funcionalidad que el anterior no se lo prefiere por ser desconocido.

Referencia bibliográfica

Swann, W.B.Jr. (1983). Self-verification: Bringing social reality into harmony with the self. En J. Suls y A. G. Greenwald (Eds.), Psychological perspectives on the self, 2, pp. 33-66. Recuperado de http://homepage.psy.utexas.edu/homepage/faculty/swann/docu/swBSRHS83.pdf


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