viernes, 27 de diciembre de 2013

La formulación clínica en psicología


   La formulación clínica de un caso es un proceso gracias al cual se integra, desde un marco teórico concreto, un conjunto de información con el fin de definir un patrón coherente acerca del paciente y su problema, facilitando la comprensión e intervención sobre el mismo. Es un enlace entre el diagnóstico y el tratamiento que orienta al terapeuta durante toda la intervención. Además de su función integradora, también es de destacar su función explicativa del problema, su función prescriptiva al facilitar el diseño del tratamiento resaltando los aspectos más relevantes del problema, su función predictiva proveyendo una línea base y su función de guía en la relación terapéutica. Resumiendo, la formulación clínica es una intersección de diagnóstico, tratamiento, teoría, práctica, descripción y etiología.

   A pesar de como muestran algunos resultados recogidos en ciertas investigaciones sobre las formulaciones clínicas sobre la existencia de ciertas dificultades a la hora de integrar de una manera congruente la epistemología, la teoría y la práctica clínica, lo cual conlleva un aumento de las probabilidades a la hora de mezclar e incluso confundir conceptos provenientes de marcos teóricos distintos, reflejando una comprensión incompleta y ecléctica del caso clínico,  lo que lleva a que no en todos los casos se realiza una intervención acorde a las necesidades reales del paciente. Si se puede afirmar, sin embargo, que no cabe ninguna duda respecto a los beneficios que el uso de una formulación clínica aporta al diseño de tratamiento más adecuado. (Ballesteros de Valderrama, B.P., Caycedo Espinel, C.C. & Novoa Gómez, M.M., 2008)

   En función de la corriente teórica en la que se inscriba el psicoterapeuta se adoptará por poner en práctica una formulación clínica u otra. Las teorías permiten: a) identificar las características personales que inciden en el problema y b) proporcionan una descripción de cómo estas características dan origen a los problemas psicológicos (González Bravo, 2008). Al margen del enfoque teórico desde el que se opere, lo ideal es producir formulaciones clínicas que garanticen el adecuado equilibrio entre las características particulares del paciente y los enunciados generales de la teoría, permitiendo la implementación de planes de intervención ajustados al paciente.

   Se puede afirmar que la inmensa mayoría de las formulaciones de casos descansan sobre los supuestos de inferencia a partir de la información proporcionada por el paciente, sobre el juicio clínico del psicólogo y sobre su compartimentalización en componentes pre-definidos. Respecto a los componentes más usuales Morris (2003) recoge los siguientes:
  1. Identificar el problema del paciente
  2. Desarrollar las hipótesis sobre las características disfuncionales del paciente
  3. Desarrollar un modelo de trabajo a través del cual las características generan el problema
  4. Identificar el origen de las características disfuncionales a partir de la teoría correspondiente
  5. Acordar los objetivos del tratamiento
  6. Especificar las características personales revisadas
  7. Seleccionar las intervenciones
   En otro artículo analizaremos cuáles son las particularidades de la formulación clínica propia de la Terapia Breve Estratégica, el enfoque psicológico con el que trabajamos en el Centro de Terapia Breve Sakina, prestando especial atención a sus diferentes componentes.


C/ Cristobal Lozano nº 20
02400 Hellín (Albacete)
 670037355