martes, 10 de diciembre de 2013

Anorexia


La abstinencia total es más fácil que la moderación perfecta. San Agustín

     La anorexia, el trastorno alimentario más conocido, consiste en la reducción progresiva de la alimentación hasta el rechazo completo de la comida, pudiendo llegar incluso a ser mortal lo que desencadena grandes preocupaciones y atenciones. Se suele asociar a personas de fama o de envidiable belleza, a un tipo de vida envidiable para la inmensa mayoría de los adolescentes. Si bien, actualmente es un trastorno en regresión, ya que el 65% de los casos evoluciona hacia formas más desarrolladas del trastorno como el vomiting o el binge-eating, si sumamos la propia anorexia a estas derivaciones nos encontramos ante una epidemia peligrosa.

     En la mayoría de los casos suele presentar una aparición gradual no traumática. Se trata de un proceso gradual de abstinencia alimentaria que lleva al rechazo de la comida. Normalmente se origina a partir de la exigencia de adelgazar o de no engordar, consiguiendo así, el poder cumplir con los modelos de belleza socialmente aceptados. Tras un tiempo, esta motivación se vuelve autorreferencial, es decir, se alimenta a si misma, ya que cuando la delgadez se vuelve excesiva se enfrenta a los cánones estéticos que la habían inspirado. El sujeto ya no es capaz de salir. Sienten que los demás no ven la realidad con claridad, con su misma claridad. Con frecuencia, la abstinencia a la comida también se extiende a cualquier sensación agradable, como actividades y relaciones sociales. Todo ello los conduce a que se recluyan en su propia prisión, la cual cada vez se va haciendo más estrecha y de la que se ven incapaces de salir.

     Su obsesión por la delgadez es cultivada con el objetivo de ser más deseables estéticamente, pero con el paso del tiempo se transforma, mediante la renuncia a la comida y a las sensaciones, en una compulsión irrefrenable por evitar la comida. Este adelgazamiento intenso conlleva reacciones de las personas de alrededor, como la familia, que suelen ser contraproducentes, ya que producirán justo lo contrario, es decir, que el sujeto se encierre más dentro de su coraza y negativa a comer. Además, dicho comportamiento conlleva ganancias interpersonales, como por ejemplo, ser el foco de atención.

     A causa de que se trata de un problema de apariencia absurda aunque para el sujeto se base en una lógica convincente, cualquier intento basado en la sensatez y en la racionalidad estará abocado al fracaso. Por ello desde el Centro de Terapia Breve Sakina se apuesta por asumir la lógica aparentemente absurda de la persona anoréxica, sintonizando con ella en la formulación de la intervención.


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