La abstinencia total es más fácil que la moderación perfecta.
San Agustín
La anorexia, el trastorno alimentario más conocido, consiste en
la reducción progresiva de la alimentación hasta el rechazo
completo de la comida, pudiendo llegar incluso a ser mortal lo que
desencadena grandes preocupaciones y atenciones. Se suele asociar a personas de fama o de envidiable belleza, a un tipo de
vida envidiable para la inmensa mayoría de los adolescentes. Si bien, actualmente es un trastorno en regresión, ya que el 65%
de los casos evoluciona hacia formas más desarrolladas del trastorno
como el vomiting o el binge-eating, si sumamos la propia anorexia a
estas derivaciones nos encontramos ante una epidemia peligrosa.
En la mayoría de los casos suele presentar una aparición gradual no traumática. Se trata de un proceso gradual de
abstinencia alimentaria que lleva al rechazo de la comida.
Normalmente se origina a partir de la exigencia de adelgazar o de
no engordar, consiguiendo así, el poder cumplir con los modelos de
belleza socialmente aceptados. Tras un tiempo, esta motivación se
vuelve autorreferencial, es decir, se alimenta a si misma, ya que cuando la
delgadez se vuelve excesiva se enfrenta a los cánones estéticos que
la habían inspirado. El sujeto ya no es capaz de salir. Sienten que
los demás no ven la realidad con claridad, con su misma claridad. Con frecuencia, la abstinencia a la comida también se extiende a
cualquier sensación agradable, como actividades y relaciones
sociales. Todo ello los conduce a que se recluyan en su propia prisión, la cual cada vez se va
haciendo más estrecha y de la que se ven incapaces de salir.
Su obsesión por la delgadez es cultivada con el objetivo de ser más
deseables estéticamente, pero con el paso del tiempo se transforma, mediante la renuncia a la
comida y a las sensaciones, en una compulsión irrefrenable por evitar
la comida. Este adelgazamiento intenso conlleva reacciones de las personas de
alrededor, como la familia, que suelen ser contraproducentes, ya que producirán justo
lo contrario, es decir, que el sujeto se encierre más dentro de su coraza y
negativa a comer. Además, dicho comportamiento conlleva ganancias interpersonales, como por ejemplo, ser el foco de atención.
A causa de que se trata de un problema de apariencia absurda
aunque para el sujeto se base en una lógica convincente, cualquier intento basado en la sensatez y en la racionalidad estará abocado al
fracaso. Por ello desde el Centro de Terapia Breve Sakina se apuesta por asumir la lógica aparentemente absurda de la
persona anoréxica, sintonizando con ella en la formulación de la
intervención.
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02400 Hellín (Albacete)
670037355
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