viernes, 4 de octubre de 2013

Aclarando el asunto




    Un perro había ensuciado la calle entre dos casas. Cada vecino reclamaba que el otro la limpiara. Nasrudín estaba en el tribunal cuando el asunto fue presentado ante el juez. A éste no le hacía ninguna gracia que Nasrudín afirmara ser un árbitro en derecho consuetudinario. El caso, en verdad, era peliagudo. Así que el juez lo aprovechó para bajarle los humos al Mulá.

- Acataré tu decisión, sea cual sea, Mulá Nasrudín, ya que estamos ante un caso difícil. Usted tiene la última palabra – dijo el juez.
- Mi decisión – dijo Nasrudín – es que al ser competencia de la judicatura aclarar los asuntos en una disputa, sea usted mismo el que deba limpiarla.