“No son las cosas en sí mismas las que nos preocupan,
sino la opinión que tengamos de ellas” Epitecto
sino la opinión que tengamos de ellas” Epitecto
La realidad cambia según el punto de vista de quién la mira, de la misma realidad se pueden tener percepciones y opiniones muy diversas. De este modo, cada persona crea su propia realidad sobre la base de lo que hace. Y lo que nos guía a la hora de actuar, es la perspectiva que adoptamos en relación a la realidad con la que interactuamos. Este es el punto de vista que actualmente predomina dentro de la filosofía de la ciencia, el constructivismo.
Se debe constatar que no existe un conocimiento
realmente verdadero de las cosas, solamente puede existir un
conocimiento instrumental, más o menos funcional o idóneo, que nos
permita administrar la realidad con la cual nos relacionamos. Esto
conduce a distanciarse de las tesis deterministas o positivistas
que qpretenden defender la posibilidad de un conocimiento
científicamente verdadero, optando por el estudio de los modos más
funcionales de proceder con relación a una realidad nunca del todo
verdadera, ya que ésta es fruto de los puntos de vista que
adoptamos, de nuestros instrumentos cognitivos y de nuestros modos de
comunicarnos. Así pues, sobre la base de esta conciencia de la
imposibilidad de lograr una verdad definitiva, se hace necesario dirigir nuestros esfuerzos hacia el
perfeccionamiento de nuestra conciencia operativa; o sea, de nuestra
capacidad de administrar estratégicamente la realidad que nos
circunda.
Este mismo concepto, también lo podemos encontrar dentro de la tradición budista zen con el nombre de verdades de error: verdades instrumentales parciales que se
construyen en la relación con las cosas que nos rodean para incrementar nuestra
capacidad de gobernarlas: perfeccionar nuestra capacidad de inventar. Nuestro conocimiento se debe adaptar a las realidades parciales,
construyendo, frente a los problemas, estrategias que se basen cada
vez más en los objetos y objetivos que nos trazamos, y que se adapten paso a
paso al desarrollo de otras realidades, es decir, adaptándonos eficazmente a lo que percibimos.
Respecto a la patología, lo que la construye y lo que la mantiene, es
precisamente lo que las personas intentan hacer para resolverla. Una tentativa de solución que no funciona, si es reiterada, no
solo no resuelve el problema, sino que lo complica, hasta inducir a
la construcción de un verdadero círculo vicioso, en el interior del cual, lo que se hace para cambiar alimenta la persistencia de
lo que debería ser cambiado. En la mayoría de las ocasiones, cualquier patología grave viene a construirse sobre la base de las
reacciones a fenómenos inicialmente tenues; tales reacciones, que
pretenden controlar las emociones de base, en realidad, en su disfuncionalidad lo
incrementan hasta conducirlo a una elevada expresión patógena. Y lo que conduce a las personas a reiterar la práctica de actitudes y
comportamientos disfuncionales es aplicar, de manera rígida,
soluciones que anteriormente habían funcionado en problemas del
mismo tipo; pero una buena solución, empleada para un mismo problema
en tiempos diferentes puede convertirse en una pésima solución,
y del mismo modo, un comportamiento adecuado en una determinada circunstancia
puede ser completamente inadecuado en otra muy similar a la
anterior. El problema, por lo tanto, radica en aplicar tentativas de
solución aparentemente adecuadas, y sobre todo, en insistir en su
aplicación incluso después de comprobar el fracaso.
"En la mayoría de las ocasiones, con las mejores intenciones
conseguimos los peores resultados" O.Wilde
conseguimos los peores resultados" O.Wilde
La vida está llena de eventos problemáticos para cualquiera; la
diferencia está en cómo cada uno de nosotros afronta estas
realidades, ya que esto conducirá a aplicar tentativas que pueden
llevar no solo a la no-solución del problema que se quería resolver
sino, incluso, a su complicación. Por tanto, lo que construye un
problema no es tanto un error de percepción y de reacción, sino la
rígida perseverancia en la posición asumida y en las acciones que
derivan de ésta. Errar es humano, pero es la incapacidad de modificar los propios
puntos de vista lo que vuelve a las situaciones en irresolubles. Y dicha dificultad de cambiar nuestras estrategias reside en el hecho de que
éstas derivan de experiencias precedentes de resultados favorables
al afrontar problemas de la misma tipología.
Una persona tiene grandes dificultades en cambiar una convicción
propia después de haberla creado mediante un proceso experiencial
vivido como eficaz. Todo esto deja claro cómo, aún teniendo pruebas
concretas, las personas insisten en aplicar estrategias de soluciones
disfuncionales con relación a una determinada realidad, y cómo lo
que mantiene los problemas es lo que hacemos, sin éxito, para
resolverlos.
G.NARDONE, Psicosoluciones, Herder
C/ Cristobal Lozano nº 20
02400 Hellín (Albacete)
670037355
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